
Desde que tengo memoria he estado involucrado en organización de eventos, fiestas, reuniones y toda clase de proyectos en los que se ha resaltado mi facilidad de conectar con el público. En Venezuela, mi país de origen, el mundo artístico y cultural hizo parte de mí durante mucho tiempo, y aunque el fenómeno migratorio llegó como algo que al parecer pudo truncarme, no fue así.
Entre una maraña de situaciones problemáticas que como migrante venezolano me tocó enfrentar, estuve como protagonista en escenarios donde la pobreza, la delincuencia y la contaminación eran la orden del día. Conocí familias que luchaban diariamente por llevar el sustento a sus hogares, por luchar contra los fenómenos naturales, para poder resguardarse y protegerse, hasta soportar olores asociados a drogas y un sinnúmero de cosas que se manifiestan en el mundo de los olvidados.
Estar viviendo eso, fue para mí una manera de afrontar la vida y de valorarla, darme cuenta cómo los padres hacían un esfuerzo para que sus hijos tuvieran los materiales básicos para estudiar, la ropa para vestirse y los juguetes para recrearse. En esa desidia, nació en mí la necesidad e iniciativa de hacer Gestión social, de convertirme en un agente de cambio para lograr la tan anhelada reconstrucción del tejido social, y de alguna manera ayudar a mis compatriotas que en condición de migrantes, la brecha se les hacía más grande.
Las alianzas estratégicas son muy necesarias cuando esto se requiere, es interesante encontrarnos con otros protagonistas que persiguen el mismo sueño tuyo, desde diferentes aristas, nos convertimos en unos tejedores de proyecciones, de sueños y futuro, nos convertimos en una mano amiga para quienes más lo necesitan.
En mi realidad social logré consolidar la Fundación Social y Cultural Pasos de Vida, en el municipio caribeño que me acogió.
Estar en el territorio de Malambo se ha convertido en una experiencia enriquecedora, con la que he aprendido mucho, en la que he conocido personas maravillosas, y con las que he logrado propiciar conexiones de vida que me han marcado a mí y a mi familia.
Hoy en día, miro hacia atrás y me doy cuenta de que la gestión social siempre estuvo en mí, aunque de manera inconsciente y azarosa, estar en este mundo me ha gustado siempre, solo que en este momento de mi existencia, se ha convertido en mi estilo de vida, que en una amalgama de ansias de ayudar, he logrado crear una interconexión entre diferentes organizaciones como La Escuela de Música Pupi’s Records, La Corporación Inculka, La Fundación Raíz Nativa, La Fundación de Comedias Carnestolendicas Eidy Tapias y recientemente la Fundación VASED, todas ellas con enfoques diferentes, pero con el mismo objetivo, cruzar Fronteras con la gestión social.
Pedro Miguel Torres Martínez
Director General Fundación pasos de vida